Un poco mas de mi...

Tan divina de la muerte
te retratan los espejos
los que miran sin complejos,
adivinas con la mente
eso que la bola miente
y te vas por maravillas riendo
como las chiquillas ingenuas
viven la vida tú te ríes sin envidia
caminas con alegría.
(Ángel Saguar)

poema para Alicia

lunes, 4 de abril de 2011

Las cuatro cosas que nunca se recuperan

Una muchacha estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de una gran aeropuerto. Como debía esperar por muchas horas, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compro un paquete de galletas. Se sentó en un asiento en la sala VIP del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Al lado del asiento donde estaba la bolsa de galletas se sentó un hombre que abrió una revista y comenzó a leer. Cuando ella tomo la primera galleta, el hombre también tomo una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "pero, que descarado, si yo estuviese mas dispuesta la daría un golpe en el ojo para que nunca mas se le olvide". Cada vez que ella tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello la dejaba tan indignada que no conseguía reaccionar. Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: "ah... que será lo que este abusador va a hacer ahora?". Entonces el hombre dividió la ultima galleta por la mitad, dejando la otra mitad para ella. Ah!! aquello era demasiado! se puso a bufar de la rabia! Entonces cerro su libro y sus cosas y se dirigió al sitio de embarque. Cuando se sentó, confortablemente, en su asiento, ya en el interior del avión, miro dentro de la bolsa y para su sorpresa su paquete de galletas estaba allí... todavía intacto, cerradito!! Sintió tanta vergüenza. Solo entonces percibió lo equivocada que estaba, había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolsa!! El hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado, mientras ella quedo muy trastornada, pensando que estaba compartiendo las de ella con él. Y ya no había mas tiempo para explicaciones... ni para pedir disculpas.
En ese momento se le vino a la cabeza un consejo que le dio su ya fallecida abuela:
Recuerda siempre que existen cuatro cosas en la vida que nunca se recuperan:
* una piedra, después de haberla lanzado;
*una palabra, después de decirla;
* una oportunidad, después de haberla perdido; y
* el tiempo, una vez que ha pasado.



(De la red)

2 comentarios:

  1. Hola tita soy tu sobri Alicia jejeje, te sigo desde mi blog, un besazo.

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  2. Hola mi tesoro, muy bien te visitaré ^_*

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